En la fase de proyección social compartimos con la comunidad los resultados, y también el proceso vivido. Mostramos las arpilleras y aquello que explican, aquello que queremos explicar. A la vez integramos la comunidad en este proceso de tejernos juntos y juntas, tanto por los intercambios que hayan podido surgir en el proceso, como por las actividades de muestra y celebración de los resultados.
Compartir el trabajo realizado en las aulas dentro de y fuera de esta es una experiencia muy emocionante. Toda la comunidad educativa puede disfrutar de los trabajos realizados durante el curso, otras escuelas pueden visitar la exposición, hacer intercambios entre el alumnado e incluso hacer una exposición y actividades para celebrarla juntos.
Es una manera gráfica no solo de escuchar las inquietudes de los niños y jóvenes, sino de mostrarlas en su comunidad.
Todos cabemos en este proyecto: madres, abuelos, abuelas, enfermos, personas con discapacidad y problemas de salud mental, padres, maestros, médicos… personas que queremos mirarnos hacía adentro y que desarrollando la CREATIVIDAD y la transformación de conflictos a partir de las historias y narrativas personales y colectivas, podemos crear una nueva manera de comunicarnos y convivir desde la cohesión social y la cultura de paz.
